19.9.08

Trailer de La matanza de Texas de Toobe Hooper




una joya del cine de terror de los 70´s, Leatherface el mejor psychokiller, y el remake y el origen del 2004 son MIERDA pura, ninguna road movie podrá igualar la pieza de Tobe Hooper

basado de un criminal cannibal de los 50's en Wisconsin. Se llamava Ed Gein. El Painfield goul! Iso muchas cosas similares de Leatherface, pero nunca huzo una maquina de serrucho a sus victimas. El tipo era un degenerado, psychopata!


LA MATANZA DE TEXAS (THE TEXAS CHAIN SAW MASSACRE)

Formato: Ambos
Un grupo de jóvenes viaja a Texas con el fin de verificar si la tumba de sus padres ha sido profanada como otras tantas en la zona. Su estancia en la región les deparará una desagradable sorpresa que traerá consecuencias trágicas.


Ficha Técnica
Director: Tobe Hooper / Productor: Tobe Hooper para Vortex / Guión: Kim Henkel y Tobe Hooper / Fotografía: Daniel Pearl; Tobe Hooper, fotografía adicional / Música: Tobe Hooper y Wayne Bell / FX: / Montaje: Larry Carroll, Sallye Richardson / Diseño de producción/Dirección artística: Robert A. Burns / Intérpretes: Marilyn Burns (Sally Hardesty), Allen Danziger (Jerry), Paul A. Partain (Franklin Hardesty), William Vail (Kirk), Terry McMinn (Pam), Edwin Neal (autoestopista), Jim Siedow (anciano), Gunnar Hanner (Leatherface), John Dugan (abuelo), John Larroquette (narrador)... / Nacionalidad y año: USA 1974 / Duración y datos técnicos: 83 min. C Scope


Comentario
La localización de la película sitúa la acción en un paisaje rural, árido y seco, rehuyendo de la utilización de parajes preciosistas, y a su vez utilizando una imagen granulada (provocada por la conversión de 16 a 35 mm.), creando todo ello un ambiente incómodo, opresivo y asfixiante. Toda la ambientación de la matanza de Texas se debe a su director artístico, Robert Burns, quien también ha trabajado en otras películas como Re-Animator (Re-Animator, 1985), de Stuart Gordon o Aullidos (The Howling, 1980), de Joe Dante. Para contribuir al resultado final del largometraje Burns utilizó restos de vacas muertas, acentuando más el tono pseudo-realista/documental del film.


Pero, pese a la temática a tratar, y sobre todo por su título, que puede inducir a error, La Matanza de Texas no es un espectáculo gratuito de sangre y casquería. Por curioso que parezca, no hay nada explícito, no fluyen ríos de hemoglobina, todo está sugerido para que sea el propio espectador quien recree en su mente las atrocidades que no se muestran en pantalla. Y, por ello, en ocasiones la cámara centra su punto de atención, no en la mutilación cometida en ese preciso instante, sino en el rostro de otro personaje que observa horrorizado el suceso.


Sin duda, realizar una película así de opresiva e inquietante no resulta nada fácil, y menos sin recurrir a los trucos habituales de este tipo de producciones, como ocurre por ejemplo en los bodrios de Sean S. Cunningham, que se resumen únicamente en la masacre indiscriminada de adolescentes. Así, mientras las mencionadas producciones son efectistas, La matanza de Texas es atmosférica, creando un halo de locura y demencia gracias a la anteriormente mencionada fotografía, su música minimalista compuesta de retorcidas y chirriantes notas musicales, o sus extravagantes y enfermizos personajes.


Pero son dos los elementos simbólicos más representativos y con más fuerza del largometraje. El primero es la residencia, que, según palabras del propio Tobe Hooper "quería que la casa oliera a muerte y supiera a muerte", lo cual queda magníficamente plasmado en una escena: La cámara, situada a ras del suelo tomando un plano en contrapicado, sigue a una chica que se dirige hacia la casa, con lo que a medida que avanza la muchacha, la inmensidad del edificio invade todo el plano, envolviéndola por completo. O también otra secuencia en la que otra fémina se introduce en un cuarto, tropieza con algo, cae al suelo y observa detenidamente lo que hay ante sus ojos: restos de huesos humanos formando diabólicas esculturas y adornando el mobiliario.


El segundo elemento es Leatherface, un hombre alto, corpulento, que oculta su rostro tras una máscara confeccionada con piel humana, ataviado a su vez con un delantal hecho del mismo material, y portando una sierra mecánica. Su sola presencia transporta el miedo de los protagonistas al espectador, y ello sin emitir una sola palabra, ya que su aspecto colosal habla por sí solo. Sus movimientos bruscos, su constitución física y, sobre todo, esa máscara le dota de un aire sobrenatural o fantástico, personalizando el mal en estado puro.


La matanza de Texas es un mito del cine de terror, considerado como una de las obras maestras del género, lo cual lo ha ganado a pulso, y Leatherface ha entrado a engrosar la lista de los psycho-killers más aterradores del celuloide. Hoy en día La matanza de Texas es una película de culto difícil de superar... y olvidar.


Orígenes y Afluentes
El origen de La matanza de Texas se remonta nada menos que al invierno de 1957. Ese año la policía local de Wisconsin descubrió una de las mayores atrocidades de las últimas décadas, algo que, de alguna manera, cambió la forma de vida en la sociedad americana. Así pues, cuando las fuerzas de seguridad entraron en la casa de Edward Gein, dieron testimonio al mundo del grado de locura al que puede llegar el hombre. El hogar del citado individuo incluía una decoración de lo más monstruosa y bizarra: sofás tapizados con piel humana, vajillas compuestas por cráneos y demás huesos...


Al instante el hecho cobró gran notoriedad y se difundió como una plaga por el resto del mundo, alimentando las mentes de aquellos que buscaban una historia que contar, o los que simplemente aprovecharon el suceso como excusa para editar libros o producir películas. Había nacido una leyenda que daría lugar a multitud de libros, películas y canciones.


Robert Bloch fue sin duda quien ayudó a construir todo un mito de la literatura fantástica con su libro Psicosis (Psycho), introduciendo variaciones respecto al suceso real, centrándose en la sumisión que sufría Gein a la figura de su madre. A su vez, el escrito de Bloch dio origen a una de las obras maestras del cine, de manos del genial Alfred Hitchcock, y cuyo trabajo, titulado como el libro de Bloch, y estrenado en 1960, refleja parte de la demencia que habitaba la casa.


A su vez hubo una réplica canadiense del fenómeno con el film Deranged (1974), de Jeff Gillen y Alan Ormsby, inédito en España, más sangrienta e irónica que la mencionada con anterioridad y la tratada en este artículo.


Y así pasamos al año 1974 en el que Tobe Hooper dirigió la película en cuestión. Se contaba con un presupuesto bajo, lo que la catalogó como serie B, y por lo que se rodó en poco tiempo y contando con actores amateur. Gunnar Hansen, quien representaba al colosal Leatherface, fue elegido por su altura y corpulencia, sin tener en cuenta otras características. Algunos actores, como el propio Hansen, sufrieron heridas y cortes a la hora de manejar la moto-sierra ya que no contaban con especialistas.


El rodaje fue muy duro; no se disponía de mucho tiempo y a algunos miembros que intervinieron en la producción les daba igual volver a trabajar en otra película (como fue el caso de Robert Burns). Fue tal la presión que se vivió en algunos momentos del rodaje que algunos no pudieron soportarla, y quien más la sufrió fue Gunnar Hansen, que debía llevar puesta la máscara de látex durante largas horas de rodaje, e incluso en los descansos de este, todo ello con temperaturas que alcanzaban los 40 del verano tejano, llegando a desaparecer un día del set de rodaje. Empezaba a afectarle el estar demasiado tiempo debajo de la máscara, y la relación con los otros actores no era la deseada. Si a esto se le añade que Hansen padecía claustrofobia podemos llegar a comprender la situación.


El esfuerzo se vio recompensado, ya que fue todo un éxito; el boca a boca funcionó a la perfección, generando un mito cinematográfico. Algunas personas afirmaban que era lo más espantoso que habían visto en su vida, desagradable y explícito, algo que prueba que la imaginación de algunas personas sobrepasa los límites de la realidad.


En su estreno mundial, mientras se proyectaba la película en la sala, entraba en esta un hombre disfrazado de Leatherface y amenazando a los espectadores con una moto-sierra, lo que provocó infartos y las consecuentes denuncias.


Por tanto, la figura de Ed Gein ha generado todo un fenómeno creador de los más variopintos artículos; desde las películas y libros ya mencionados, pasando por canciones como "Dead Skin Mask" del polémico grupo Slayer, hasta un club de fans de Ed Gein. El mundo se está volviendo loco, y nosotros vivimos en él.


Anecdotario
*La película ha dado lugar a diversas secuelas: The Texas Chainsaw Massacre Part Two [tv: La matanza de Texas II; vd: Masacre en Texas II, 1986], de Tobe Hooper, La matanza de Texas III ñ Leatherface (Texas Chainsaw Massacre III ñ Leatherface, 1989), de Jeff Burr y The Return of the Texas Chainsaw Massacre / Texas Chainsaw Massacre 4 / Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation [vd: La matanza de Texas: La nueva generación, 1994], de Kim Henkel. Parece que está en marcha una quinta entrega. *La versión editada en DVD en Estados Unidos recientemente incluye más metraje; lamentablemente, carece de subtítulos en castellano. *En un inicio, el film se iba a titular "Leatherface" o "Headcheese". *Existe un documental sobre este film, Texas Chainsaw Massacre: A Family Portrait (1988), de Brad Shellady.



EL DIRECTOR
Tobe Hooper era un crío de nueve años cuando con la cámara de 8 mm de su padre recreaba viejas historias góticas de la Hammer. Esta fascinación hacia las películas, sobre todo las de terror británicas, provenía de su infancia y el hecho de que su padre fuera dueño de las salas de cine Show Row en Austin (Texas, USA); donde nació el 25 de enero de 1943. Como anécdota: su madre estuvo a punto de darle a luz en el Paramount Theatre, pero al final nació en el hospital Seton.


Tobe comenzó a hacer trabajos de publicidad para televisión mientras terminaba sus estudios, películas industriales por encargo y hasta documentales. Fue en el año 1959 cuando completó su primer corto con sonido: "The Abyss", después de éste siguieron varios cortos más, como por ejemplo: "The Heisters" (1963), "The Heiress" (1965), "Down Friday Street" (1966) y "A Way Of Learning" (1967). En 1969 se estrenó como realizador de largometraje con un filme basado en el Vietnam, el final del movimiento hippy y la llegada de los nuevos yuppies. Sólo se vio en universidades y en algunas salas minoritarias de cine (no encontró distribuidora), además, no se conserva ni tiene nada que ver con su futura proyección de terror. Aunque aquella primera peli titulada "Eggshells" (también conocida como "An American Freak Odyssey") tuvo un presupuesto de 40.000 $ (una parte financiada por David Ford, productor en Houston) y fue galardonada en el Atlanta Film Festival, supuso un cierto fracaso para Hopper, y decidió volver a centrarse en lo que le gustaba: el terror.


Su nombre se unió definitiva y universalmente al del terror con "La matanza de Texas" ("The Texas Chainsaw Massacre") en 1974; un filme dirigido, escrito (junto con Kim Henkel), producido y compuesto la banda sonora por él. Una familia de psicópatas se comía a sus víctimas, uno de sus miembros, Cara de Cuero, era quien se encargaba de cazarlos y prepararlos; Hooper tenía un caníbal en quien fijarse: Ed Gein, y la influencia de: "La noche de los muertos vivientes", "Psicosis", "Frankenstein", "Drácula", "2000 maníacos"; pero su toque macabro fue lo que le catapultó a la fama, se consideró que lo suyo había sido un trabajo innovador, y se convirtió así "La matanza de Texas" en una película de culto que tendría más de una parte. Buscaba llamar la atención y lo consiguió con éxito evitando escenas excesivamente explícitas y de sangre. Logró crear un ambiente enrarecido que unido a los extraños sonidos de la cinta (debido a su bajo presupuesto: 155.000 $; Tobe supo rentabilizarlo recaudando más de 50 mill. de $. en todo el mundo), y a la calidad interpretativa de los actores, dieron un toque de realidad a lo que ocurría en el transcurso de la película. Así fue como Marilyn Burns (su primer papel en el cine), la chica de la película, se convirtió en "la reina del grito". Pero claro, ¿quién no iba a gritar con un tipo que llevaba una motosierra a cuestas, la cara tapada por una máscara de piel humana, y un delantal de carnicero manchado de sangre corriendo tras de ti con pasos torpes pero decididos, en un ambiente de pesadilla, sangre y horror, lejos de la civilización? Hooper trabajaría de nuevo con Marilyn Burns en "Trampa mortal" conservando en esta otra cinta el mismo ambiente opresor que en su exitosa primera película. El resto del reparto fue compuesto por Allen Danziger, Paul A. Partain, William Vail, Teri McMinn, Edwin Neal, Jim Siedow, Gunnar Hansen y John Dugan.

The Texas Chainsaw Massacre (1974)

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